Respuestas a las preguntas más frecuentes

  • Hay varias razones por las que los profesionales sanitarios u otras personas pueden no creer que sus síntomas son reales. En primer lugar, los mecanismos de los trastornos neurológicos funcionales siguen siendo relativamente poco conocidos, lo que provoca confusión en pacientes, familiares, amigos y profesionales. Los retos diagnósticos también son un problema, ya que los síntomas de TNF no pueden demostrarse mediante pruebas neurológicas convencionales como la resonancia magnética funcional. TNF también se caracteriza por diferentes combinaciones de una amplia gama de síntomas, por lo que es esencial que los profesionales estén bien versados y educados en esta área. También es importante destacar el hecho de que el trastorno neurológico funcional sigue utilizándose indistintamente con otros términos paraguas que proceden del modelo histórico de conversión, que asume que el estrés emocional se manifiesta de forma física. La combinación de la falta de una causa orgánica y la asunción de que el trastorno neurológico funcional es puramente psicógeno conduce a situaciones en las que los pacientes se sienten poco respetados e incomprendidos por los profesionales. La buena noticia es que en los últimos años se han producido enormes avances en la investigación, la educación, el diagnóstico y el tratamiento TNF, que han propiciado y propiciarán un cambio en la forma de entender y tratar a los pacientes de TNF .

  • Los signos positivos indican que la función normal está presente en los pacientes de TNF , lo que significa que los síntomas se deben a un problema con el control normal del cuerpo, lo que por supuesto plantea la cuestión de si estos síntomas son genuinos o meramente simulados. Es posible que alguien esté simulando sus síntomas, pero estos casos son extremadamente raros. Las siguientes razones también apoyan la autenticidad de los síntomas:

    • Nuevos hallazgos neurocientíficos sugieren que los pacientes con TNF tienen una actividad cerebral estructural y funcional diferente

    • Los pacientes con TNF suelen ser incansables en la búsqueda de respuestas a sus síntomas y están más que dispuestos a participar en procedimientos médicos.

    • Los síntomas suelen persistir durante varios años. Simular los síntomas puede tener una ventaja a corto plazo, pero es poco probable que alguien simule sus síntomas durante 14 años o más.

    • Durante el curso del tratamiento (por ejemplo, fisioterapia especializada), los síntomas son constantes en los pacientes de TNF , mientras que los pacientes que simulan síntomas probablemente varíen su aparición para mantener su cobertura.

    • Existen estudios experimentales que demuestran una actividad neuronal diferente en pacientes con TNF, en comparación con un grupo de control sano al que se le pide que simule los síntomas.

    ¿Cómo identificar la simulación?

    • El uso de pruebas de validez del rendimiento (PTV), cuyo objetivo principal es distinguir entre el deterioro cognitivo genuino y la "exageración de los síntomas". En la actualidad, las PTV también se utilizan en el diagnóstico de TNF. Es importante señalar que los pacientes con TNF también pueden fallar en dichas pruebas, lo que sugiere que el bajo rendimiento en las pruebas neuropsicológicas está presente en una amplia gama de afecciones neurológicas y neuropsiquiátricas, no sólo exclusivamente en pacientes con TNF.

    • El uso de pruebas de validez de síntomas (SVT), cuya premisa es que si un individuo informa de síntomas después de una lesión específica (por ejemplo, una lesión cerebral traumática) que las personas que han sufrido o sufren la lesión en cuestión no, esto es indicativo de simulación de síntomas. Debemos tener cuidado a la hora de interpretar los resultados, ya que estos síntomas, en ausencia de una causa orgánica (por ejemplo, cambios estructurales en el cerebro), también pueden ser creíbles y posiblemente sugieran un diagnóstico de TNF. En cualquier caso, debemos tener cuidado de no equiparar los malos resultados con la simulación.

    • Diferencias drásticas entre la función notificada y la observada. Los informes subjetivos deben ser lo más coherentes posible con la historia clínica y/o los informes de los familiares. Es importante señalar que la incapacidad para evaluar la gravedad de los síntomas no significa que la persona esté fingiendo.

  • TNF es un trastorno funcional, lo que significa que los síntomas anormales y los cambios en la función no pueden explicarse por cambios mensurables en los órganos y sistemas corporales. No obstante, ciertos estudios neurocientíficos sugieren que existe una actividad estructural y funcional distintiva en los pacientes con TNF, que se manifiesta en las áreas de regulación emocional, agencia del yo, interocepción y atención. Por ejemplo, una característica clave de TNF- es la pérdida parcial del control voluntario sobre el cuerpo, en la que los pacientes no se sienten actores del movimiento anormal (por ejemplo, los pacientes informan de que dan la señal para el movimiento correcto, pero el movimiento anormal se desencadena a pesar de ello). En el futuro, muchos profesionales que trabajan con TNF , ya sea clínica o académicamente, están intentando identificar posibles biomarcadores que faciliten el diagnóstico del trastorno y cuya presencia repercutiría en una mejor comprensión y tratamiento de los pacientes con TNF.

  • Esto no significa que la causa de sus problemas sea absolutamente de naturaleza psicológica. TNF modelos más modernos intentan explicarlo dentro de una perspectiva biopsicosocial (espiritual), dentro de la cual el trastorno es desencadenado y mantenido por una serie de factores biológicos, psicológicos y sociales. Así pues, los factores psicológicos representan sólo una pieza del rompecabezas. La insistencia en que TNF es puramente psicológico es el resultado de la carga y la estigmatización históricas, de la incapacidad de entender el trastorno de una forma clara tanto para los profesionales como para los pacientes, de la creación de una estricta división mente-cuerpo y, por desgracia, del tratamiento psicológico aún estigmatizado y no normalizado en el público en general. El tratamiento psicológico es y debe seguir siendo parte del tratamiento multidisciplinar, con una cuidadosa consideración de las características y preferencias individuales de cada persona. Algunos pacientes no necesitarán un tratamiento psicológico más prolongado y bastará con una intervención más breve, mientras que otros lo necesitarán pero no necesariamente lo reconocerán. Forzar el tratamiento psicológico y persistir ante la fuerte resistencia del paciente puede hacer más mal que bien en tal caso. No obstante, es importante recordar que TNF es un trastorno "en-y", no un trastorno "hacia-o-de". Esto significa que el estado del paciente debe considerarse siempre desde una perspectiva más amplia, que incluya una combinación de los factores antes mencionados.

    El éxito del tratamiento psicológico depende de la aceptación del diagnóstico por parte del paciente y de su compromiso e implicación activa en la terapia. Es especialmente importante para la población de pacientes diagnosticados de TNF, que también presentan trastornos psiquiátricos asociados, como depresión, ansiedad, TEPT, ataques de pánico, etc. Antes de remitir al paciente a tratamiento psicológico, conviene describirle el curso y la duración del mismo, así como un esquema general de los temas que se abordarán en el transcurso de la terapia (por ejemplo, emociones/pensamientos/comportamientos y su repercusión en los síntomas).

  • La psicoterapia puede ser útil para la gran mayoría de los pacientes diagnosticados de , pero no existe un tratamiento psicológico estandarizado para el trastorno neurológico funcional. La mayoría de las investigaciones apoyan la eficacia de la terapia cognitivo-conductual (TCC), especialmente para los pacientes con crisis funcionales. TNF Para otros subtipos , faltan estudios que examinen su eficacia, por lo que las conclusiones son limitadas. Aunque la TCC es eficaz para el tratamiento de trastornos psicológicos asociados, como la depresión y los trastornos de ansiedad. Hay pocos estudios que confirmen la eficacia de las terapias psicodinámicas. Sin embargo, existe consenso en que el tratamiento psicológico siempre se adapta individualmente a cada paciente y que se utiliza un enfoque de tratamiento ecléctico.

  • En las dos últimas décadas se ha producido un renacimiento en la comprensión de los cambios estructurales y funcionales del cerebro que dan lugar y/o causan síntomas neurológicos funcionales. En general, las investigaciones han descubierto que los pacientes con TNF presentan alteraciones en áreas relacionadas con la regulación de las emociones, la atención, la sensación de control sobre el movimiento, el razonamiento perceptivo y la percepción de los estados dentro del cuerpo (interocepción). Aunque los estudios tienen limitaciones, los hallazgos clínicos respaldan sus conclusiones. Sin embargo, no sabemos si los síntomas neurológicos funcionales están causados por los cambios en la estructura cerebral y la conectividad funcional o si son la causa de la aparición y el mantenimiento de los síntomas neurológicos funcionales. No obstante, cada vez se recomienda más el desarrollo y la planificación de tratamientos multidisciplinares basados en pruebas neurocientíficas.

  • Como ya se ha mencionado, el diagnóstico no se realiza sobre la base de factores de exclusión, sino de la presencia de signos clínicos positivos, como el signo de Hoover. El diagnóstico es complejo y requiere una formulación exhaustiva del estado del paciente y situar los signos clínicos positivos en un contexto más amplio. En otras palabras, ninguno de los signos sugestivos de algún trastorno neurológico y/o psiquiátrico es fiable cuando se interpreta en ausencia de una formulación más amplia del estado del paciente.

  • Aún faltan estudios que examinen la eficacia del tratamiento en una muestra amplia de pacientes con TNF. En general, el pronóstico depende de:

    • Tiempo transcurrido hasta el diagnóstico del paciente

    • Aceptar el diagnóstico y participar activamente en el tratamiento

    • La gravedad y eficacia del tratamiento de los trastornos y/o síntomas asociados.

    • Factores psicológicos que mantienen el trastorno (por ejemplo, beneficios secundarios, miedo psicológico a la recuperación)

  • Si sospecha que tiene TNF, acuda a su médico de cabecera, quien le remitirá a un especialista adecuado (por ejemplo, un neurólogo) que pueda confirmar sus sospechas con un diagnóstico formal. El apoyo de su médico de cabecera es muy importante, así que si no ha oído hablar del trastorno neurológico funcional, remítale a los sitios educativos adecuados.

    Diagnosticar un trastorno neurológico funcional es difícil y requiere experiencia clínica y amplios conocimientos. Además de TNF , puede haber trastornos comórbidos (por ejemplo, ansiedad o depresión) o síntomas comórbidos (por ejemplo, trastornos del sueño, fatiga, dolor) que también deben diagnosticarse y planificarse su tratamiento adecuado. El material de este sitio web y de otros sitios web NO APOYA el tratamiento. Sólo pretende concienciar y educar sobre TNF basándose en información validada científicamente. Si el especialista pertinente no le cree y usted cree firmemente que puede tener TNF, remítale a los enlaces web profesionales pertinentes, que puede encontrar, entre otros, en el presente sitio web.

  • Si ya tiene un diagnóstico confirmado de un trastorno neurológico funcional y está esperando tratamiento, el primer paso es, sin duda, informarse sobre el trastorno. En este sitio web encontrará material de interés en esloveno, inglés y español, pero también puede consultar material en otros idiomas en la pestaña "enlaces". Anime a sus familiares, parientes y amigos a informarse sobre el trastorno, ya que el apoyo social marcará una gran diferencia en su bienestar y en los resultados del tratamiento.

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