El sentido de propiedad del propio cuerpo se genera por un mecanismo de integración multisensorial que requiere la integración de señales visuales, somatosensoriales y de otros sentidos del cuerpo en una percepción multisensorial coherente (Ehrsson et al., 2020), mientras que la agencia del yo se debe a la correspondencia entre las consecuencias sensoriales esperadas de un movimiento y su retroalimentación sensorial (Abdulkarim et al., 2023).
Los correlatos neuronales que crean esta experiencia son tan eficientes y están tan inconscientemente automatizados que la mayor parte del tiempo nuestra sensación de elección de movimiento puede parecer mínima e incluso trivial ( Haggard, 2017).
El sentido de propiedad del propio cuerpo se asocia con la activación en un conjunto de regiones premotoras-parieto-cerebrales, mientras que la agencia del yo se asocia con activaciones en la unión temporoparietal( TPJ), el área motora pre-suplementaria (SMA), la ínsula, la corteza parietal inferior derecha, la circunvolución temporal superior y la corteza sensoriomotora primaria izquierda (Abdulkarim et al, 2023; Haggard, 2017).
Los movimientos voluntarios son producidos por la corteza motora primaria, que es activada principalmente por las cortezas motora premotora proximal y motora suplementaria. La TPJ representa una red cerebral integradora multimodal que verifica la correspondencia entre el movimiento deseado y el movimiento realmente realizado (Drane et al., 2022). Por lo tanto, se cree que los correlatos neuronales clave de la agencialidad representan la conectividad funcional entre las áreas frontales y prefrontales que desencadenan la iniciación de la acción y entre las áreas parietales que representan la región cerebral clave para controlar los eventos perceptivos (Haggard, 2017).
Algunos pacientes experimentan un déficit en la agencia del yo, que se refleja en la experiencia de los movimientos como involuntarios. La hipótesis es que, en algunos pacientes, la red agéntica del cerebro no funciona de forma óptima, como demuestran los estudios que muestran una disfunción de la unión temporoparietal derecha en pacientes con trastorno hipercinético del movimiento y temblores funcionales (Maurer et al., 2016).
Drane et al., (2022) plantean la hipótesis de que los pacientes con TNF o bien tienen alterada la función cerebral de la unión temporoparietal o bien influencias anormales en el córtex motor causan una anormalidad en la señal utilizada para confirmar la correspondencia entre el movimiento previsto y el real.
En cualquier caso, es necesario seguir investigando en este ámbito, también para comprobar la actividad de la TPJ con otras regiones cerebrales como la ínsula y el córtex cingulado anterior..
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Maurer, C. W., LaFaver, K., Ameli, R., Epstein, S. A., Hallett, M., y Horovitz, S. G. (2016). Impaired self-agency in functional movement disorders: a resting-state fMRI study. Neurology, 87(6), 564-570.
Haggard, P. (2017) Sense of agency in the human brain. Nature Reviews Neuroscience, 18(4), 196-207.
Nahab, F. B., Kundu, P., Gallea, C., Kakareka, J., Pursley, R., Pohida, T., ... y Hallett, M. (2011). The neural processes underlying self-agency. Cerebral cortex, 21(1), 48-55.
Pérez, D. L., Nicholson, T. R., Asadi-Pooya, A. A., Bègue, I., Butler, M., Carson, A. J., ... y Aybek, S. (2021). Neuroimaging in functional neurological disorder: state of the field and research agenda. NeuroImage: Clinical, 30, 102623.