EL PARADIGMA DE LA EMOCIÓN CONSTRUIDA
La función principal del cerebro es regular la energía para mantener la homeostasis en el organismo. El proceso activo mediante el cual el cerebro predice y satisface las necesidades energéticas del organismo antes de que se manifiesten se denomina alostasis (Barrett, 2016; Jungilligens et al., 2022). La alostasis no representa un estado del organismo, sino un proceso de regulación de la energía en función de los costes y los beneficios. Un proceso de alostasis eficiente, como ya se ha mencionado, anticipa las necesidades del cuerpo y las satisface antes de que surjan. Mientras nuestro cerebro piensa, percibe y siente, también regula y utiliza sistemas más amplios como el sistema nervioso autónomo, el sistema inmunitario y el sistema endocrino para buscar y proporcionar una gama más amplia de información.
Este hecho explica que las regiones responsables de la alostasis (corteza cingulada anterior, corteza orbitofrontal, ínsula, estriado ventral, corteza prefrontal medial y amígdala) representen simultáneamente un patrón de actividad cerebral que da lugar a la emoción. Así pues, las regiones cerebrales mencionadas son multifuncionales cuando se trata de la construcción de categorías mentales (Barrett, 2016).
El cerebro modela el mundo externo en función de las necesidades fisiológicas del propio cuerpo, lo que significa que el modelo interoceptivo interno del cerebro incluye no sólo información estadística relevante sobre las regularidades del mundo externo, sino también sobre las regularidades del entorno interno. La Hipótesis de la Inferencia Activa, o también conocida como Hipótesis de la Codificación Predictiva, postula que las simulaciones del cerebro actúan como filtros bayesianos para las entradas sensoriales orientales, que impulsan la construcción de percepciones y otros fenómenos psicológicos. Así pues, las simulaciones actúan como señales predictivas descendentes que anticipan continuamente los acontecimientos del entorno sensorial (Barrett, 2016; Jungilligens et al., 2022).
Para gestionar correctamente el proceso de alostasis, el sistema debe basarse en la interocepción: el control del estado fisiológico interno del cuerpo que realiza el cerebro en cada momento.
Para entender cómo funciona el modelo de procesamiento predictivo, primero tenemos que definir qué es el cerebro y cómo funciona: el cerebro es una red compleja de miles de millones de neuronas comunicantes, donde muchas neuronas pueden unirse a una sinapsis, pero una sola neurona también puede unirse a varias otras (Barrett, 2016; Jungilligens et al., 2022). La mencionada complejidad del cerebro permite la degeneración, la capacidad de que diferentes regiones de áreas cerebrales (patrones de activación) produzcan los mismos resultados (Barrett, 2016).
El procesamiento predictivo que impulsa el proceso de alostasis está arraigado en la citoarquitectura cortical del cerebro. La vía de predicción a la corteza viaja desde estructuras menos laminadas (un tejido agranular de cuatro capas llamado corteza límbica: ínsula anterior ventral, cíngulo y corteza orbitofrontal/ventromedial prefrontal posterior; y corteza motora primaria con tejido granular pequeño) a estructuras más laminadas (áreas de seis capas; ínsula media a posterior (corteza interoceptiva primaria) y áreas de la corteza cingulada: áreas somatosensoriales, auditivas y visuales primarias).
Así pues, los errores de predicción empiezan en el córtex sensorial primario y van en dirección contraria: coniocórtex - cerebro límbico, integrándose a todos los niveles. Los rasgos multimodales más abstractos comienzan en la red de modo por defecto. Los errores de predicción se actualizan en función de su relevancia alostática (Jungilligens et al., 2022).
En el contexto de la alostasis, el concepto incorporado (representación mental abstracta) es, por tanto, una predicción. Una categoría AD HOC se construye cuando la predicción (es decir, el concepto incorporado) coincide con la información sensorial entrante y, en consecuencia, se reduce el error de predicción. En otras palabras, las características del pasado se reúnen de tal manera que dan sentido al presente. De este modo, el cerebro categoriza la información sensorial entrante, le da un significado emocional y crea una experiencia de acuerdo con las categorías ejemplo de estas emociones. Las categorías son únicas, específicas de la situación y semiespecíficas.
¿Tienen los pacientes de TNF una mala gestión crónica de la energía?
Una teoría postula que los pacientes de TNF tienen problemas crónicos de gestión de la energía alostática, lo que significa que la alostasis se caracteriza por una construcción subóptima de las emociones. Los conceptos menos granulares y eficaces (por ejemplo,"cansancio" y"sentirse mal") desplazan a los conceptos más precisos (predictivos), perpetuando la ineficacia crónica. Además, el 94% de los pacientes declara algún síntoma de cansancio crónico.
TNF puede darse en el contexto de una construcción desviada de las emociones.
La segunda teoría hace referencia a un déficit en el repertorio de conceptos de emoción disponibles y/o a un fallo a la hora de generar categorías conceptuales para las emociones. Así, se cree que los pacientes con TNF tienen una mayor tendencia generalizada a categorizar la información sensorial aferente entrante como conceptos centrados en el cuerpo y/o la salud en lugar de conceptos centrados en la emoción.
Aprendizaje modificado/actualización de los errores del modelo
Se cree que el uso ineficaz de los modelos alostáticos y/o interoceptivos se debe a problemas en la precisión de las señales procedentes de la red de saliencia. Los déficits se encuentran en las siguientes áreas:
procesamiento sensorial,
precisión interoceptiva,
atención sesgada,
dificultades de aprendizaje motor, y
dificultades para construir una categoría conceptual para las emociones.
La alexitimia, los ataques de pánico sin pánico y la disociación pueden revertirse.
La causa de la alexitimia, basada en la teoría de la construcción de la emoción, es la disponibilidad limitada de conceptos granulares de la emoción, lo que conduce a una contextualización adaptativa ineficaz de la entrada sensorial. Por otro lado, los ataques de pánico no relacionados con el pánico van acompañados de síntomas autonómicos que se asemejan a los de un ataque de pánico, pero carecen de la percepción subjetiva asociada. Por último, la disociación es un constructo dimensional que incluye la despersonalización y la desrealización, y se refiere al afecto que no se ajusta a la experiencia construida.
Construcción de emociones en pacientes de TNF
Los pacientes con TNF a menudo no experimentan una alta excitación y quizás afecto negativo (valencia) como ejemplo de emoción, sino que el constructo se categoriza como cuerpo, salud o enfermedad.
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Barrett, L. F. (2017).Categories and their role in the science of emotion. Psychological inquiry, 28(1), 20-26.
Jungilligens, J., Paredes-Echeverri, S., Popkirov, S., Barrett, L. F., y Perez, D. L. (2022) A new science of emotion: implications for functional neurological disorder. Brain, 145(8), 2648-2663.